viernes, 11 de noviembre de 2011

P

Podría gritarte una y otra vez hasta que sangre mi lengua, mordiéndome los callos que arden por la sal.
Podría mirarte con odio hasta desintegrarte con la vista.
Podría besarte de tal manera que cuando acabe tu terminarás con mi boca y yo con la tuya.
Podría mil y un cosas.
Pero no.

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