hablaste tanto de que deberíamos hablar
que
ya nada quedó en esta pieza
en esta habitación
en la casa de
atrás de
mirásteme fijo y no dijiste lo dicho
porque ya sabemos que
somos el vacío
la rutina
el ardor del alcohol sobre la herida
somos eso que no nos deja vivir
somos nuestro propio sicario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario