viernes, 13 de abril de 2012

crónica de lo que no fue (ponele)

Si siento que me arde es porque raspaste ahí. Porque tu cara recién afeitada rozó mi pera, mis mejillas. Porque tus besos fueron míos por un minuto. Porque respiraste el aire que respiré yo.
Si siento que me duele no es porque fue, es o será amor. Tampoco me duele. Es una forma de decir.
Si siento algo que no es espasmo, ni nudo en la garganta, ni nervios, ni dolor es porque tal vez quise que fueras sensación. Pero tampoco.
Lo que pasa, que es lo que siempre pasa, es que te calzaste unos zapatos que te quedaban (y te siguen quedando) chicos. Pero está bien.
Si siento que hay algo que no me cierra es porque no fue verdad.
Pero fue tu morbo, fue tu carácter, fue tu ilusión, fue todo lo que nunca quise que fuera mío lo que hoy hace un beso el último.

Lástima que con tus besos me compartiste toda la maldad de este mundo.
Lástima que me gustó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario